martes, 29 de diciembre de 2009

Suave

Suaves son esos labios tuyos que me rozan cuando me besan. Suave es tu lengua cuando busca la mía. Suave es tu voz, cuando me susurras. Tus manos son suaves cuando me acarician. Hoy sólo quiero dulzura de ti. Mejor dicho, sólo quiero suavidad. ¿La conseguiré?

lunes, 28 de diciembre de 2009

Momentos felices


Normalmente suele haber dos opciones para tomarse estas fiestas navideñas. Una que está ahogada por ese espíritu de paz y amor, en el que todos somos amigos, todos nos queremos y nos apetece sonreír a todas horas. Y otra totalmente diferente en la que se odia esta actitud puesto que tras ella hay mucha hipocresía, además de la obligación de comprar regalos que más o menos satisfagan la necesidad del que lo reciba.

Mi caso se podría decir que es una mezcla de las dos opciones. Me gusta mucho encontrarme con los amigos, con esos de verdad. Me encanta que sean felices, puesto que esto me hace todavía mucho más feliz. Hace que esté más contenta, que tenga más ganas de disfrutar el día. Por eso me gustan estas fiestas, porque las personas suelen ser más felices.

Espero que no se me estropeen lo que me queda de días festivos, porque ya he tenido algún episodio negativo que no me gustaría repetir.

Un saludo a todos y que os vaya muy bien. No os diré las frases típicas de "Feliz Navidad y próspero año nuevo", sino que a los que os considero amigos, ya sabeis que os deseo lo mejor del mundo, pero no os mando un deseo para un año, sino para toda la vida. Los pocos que me conocéis bien, sabeis que no seré falsa con los que no me caen bien. No les desearé ningún mal, pero mejor que no me vengan a ver. Así evitaré hipocresías y falsedades que no quiero mostrar. No soy buena actriz.


Para acabar, quiero brindar con todos mis amigos, especialmente con todos estos que he conocido este año: esos que parecen virtuales pero son tan reales como la vida misma. ¡Salud!

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Querida depresión



Querida depresión:

Estas letras son las últimas que voy a dedicarte. Llevas mucho tiempo, demasiado, ocupando mi tiempo y mi mente. En el futuro, no quiero verte más. Corto contigo la relación de amor-odio que teníamos hasta ahora.

A partir de ahora, voy a seguir siendo libre. Mis problemas, van a ser sólo eso: mis problemas. Algo que resolver por mí misma o con ayuda de los demás. Pero no me van a ocupar más tiempo de lo necesario, porque esto implicaría que tú aparecerías en algún momento u otro. Y no quiero que vengas. No quiero invitarte a más cenas, ni a pasar más fines de semana conmigo. Ni a hablar conmigo en esas horas muertas que suelo tener. Desde ahora, sólo seré yo. Te dejaré fuera de todos los sitios, haga frío o calor, nieve o llueva. Quizás haga algo más drástico para no volverte a ver. Te encerraré en una caja, bajo cerrojo. Y tiraré la llave. Me desprenderé de esta caja para que nunca tenga ganas de buscarla y de abrirla. Porque he decidido que nunca más estarás cerca de mí.

El tiempo que pasamos juntos, podría decirte que ha sido encantador y perfecto. Pero no ha sido así, sino que ha estado lleno de agonías, angustias e incluso aislamiento. Por eso no quiero verte más. Te pido que me hagas un favor: olvídate de mi. No vuelvas más. No me llames. Rompe las fotos que tengas de mi alma (o cualquier manera que tengas de archivar las personas que atrapas en tus redes). O ya puestos, ¿por qué no te decides viajar y dejar atrás todas estas almas angustiadas? Sería una buena idea, y, aunque no te lo manifiesten, seguro que estas personas te estarán muy agradecidas.

Ahora tengo una duda. ¿Esto que te pido te sumirá en una depresión? Es simple curiosidad. En ese caso, supongo que tendrás los medios de evitarlo. Espero que no sea así (ya ves que no te deseo ningún mal).

Con esto me despido, tu temporalmente tuya...

Nuria.

PD. No me olvidaré de ti para recordar cómo eres y así no dejarte volver.

PD2: Dedicado a todas las almas en pena, especialmente a una muy especial .


sábado, 12 de diciembre de 2009

Mi historia macabra

Ayer tuve una sensación muy rara. Me sorprendí a mi misma pensando en una escena muy macabra. Un pensamiento que me ha dado mucho miedo tener. ¿Cómo puedo ser tan macabra?

El pensamiento fue... llevo un mes conviviendo con un cadáver, el cadaver de mi propio hijo dentro de mi.


martes, 8 de diciembre de 2009

Miedo

Tengo miedo, mucho miedo. Lo escondo a los ojos de los demás, que podrían ser perfectamente víctimas o atacantes de ese miedo. Porque lo que temo, para ambos será el punto débil. Ese punto débil al que atacar o del que huír. Porque el mundo sobrevive gracias a eso. Gracias a los miedos generados y gracias a los miedos de los que huír.

En mi caso es una debilidad de la que me gustaría escapar, correr y dejarla atrás hasta verla desaparecer. Pero sé que volverá a mi para vengarse, y será todavía más fuerte. Y yo seré más endeble y sé que entonces perderé la batalla. Pero tarde o temprano me tengo que enfrentar a ella. Tengo que pelear con todas mis fuerzas para que nunca más me afecte. Para que no me empequeñezca más. Para que yo no me esconda y desaparezca agazapada en algún rincón.

Algún día encontraré el valor. Lucharé. No sé si ganaré. Pero aunque pierda, si he peleado, seré más fuerte que inicialmente. De momento creo que me voy a esconder un tiempo, mientras pienso en la estrategia que me hará vencer. Guardame el secreto. No conviene que se sepa dónde estoy.

Todavía no estoy preparada para salir. Sigo teniendo miedo.




viernes, 6 de noviembre de 2009

Mi rincón

Cuando quiero escapar de mi tormento, voy a mi rincón. Es un lugar que me protege, me cuida, me tranquiliza y me mima. Porque allí mi mundo de inseguridades no puede entrar, no cabe. Si en algún momento no me encuentro bien emocionalmente, suelo aparecer por allí, porque sé que allí estarán todos mis buenos pensamientos, mis buenos sentimientos, todos los buenos consejos que me han dado a lo largo de mi vida.

Justo en la entrada, se habrá quedado mi fragilidad, mis miedos, mis angustias, mis tristezas y mis desánimos. Sabrás todo lo que me atormenta y me desespera.

En algún lugar, más allá de la razón, hay un rincón donde tarde o temprano apareceré.  Si te decides a entrar, sabrás cómo soy. Sabrás quién soy.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Mi ignorancia



Cada cierto tiempo, hago una valoración de mi vida. De mis progresos, de mis frustraciones, de lo que he conseguido y de lo que me falta por hacer. Y de todo esto, siempre saco una conclusión: soy una ignorante. Lo reconozco. 

No me considero tonta. Mi curiosidad por aprender cosas hace que mi intelecto crezca. Que me haya sacado una carrera universitaria, que me apunte a cuantos cursos pueda, relacionados con mi profesión o no.  Me gusta mucho leer, leo todo lo que se pone delante de mis ojos,aunque no tengo tiempo para dedicarle a los libros . Paso el día escuchando música. Busco información de los temas que me interesan por internet. Sé muchas cosas de muchos temas. Tengo mucha curiosidad (o necesidad) por aprender más. Todavía me quedan muchas ganas de llenarme de datos de cualquier tipo: curiosidades, libros, música.  La necesidad de aprender cosas nuevas es lo que nos hace tener la mente despierta, más ágil. Pero todavía considero que soy una ignorante.

El problema del aprendizaje, es que te das cuenta de que de que vives en un mundo muy grande, en expansión, lleno de experiencias, de anécdotas, de historias contadas y por contar. El aprendizaje crea ansiedad: ansiedad por alimentarte de más cosas. Y es en ese momento cuando me doy cuenta de que soy una ignorante.

Explicaré los motivos de mi ignorancia. Hay muchas experiencias que debería haber vivido y no lo he hecho. O que me vienen muy tarde. La mayoría de personas de mi edad han vivido mucho más que yo. Han viajado más, se han casado, han tenido hijos, se han separado, y miles de historias más.  A veces son cosas que conocía, pero a las que no le prestaba la atención que debiera. Por ejemplo, al buscar información sobre un tema en concreto, siempre me aparecían blogs. Y no los leía. Pensaba que en ellos no encontraría la respuesta que estaba buscando. Los ignoraba. No me gustaba entrar en ellos para encontrar la respuesta a lo que quería. Quizá los menospreciaba. Todo debido a mi ignorancia. Mi idea era que los que escribían estos blogs, no eran personas expertas. Hasta que en algún momento de tu vida aparece alguien que te abre los ojos, que te dice que no todo está tan mal como creía. A partir de entonces empecé a deborar blogs y a crear los míos propios. Seguro que habrá a quien le gusten y a quien no. Lo tengo asumido.

Tampoco sé nada de estilos musicales. Soy una inepta total. Reconozco los estilos muy marcados, el rock, el pop, vals, chachachá, hiphop, rap, ... Pero si me preguntan qué estilo tuvieron los Beatles ¿sería pop?. ¿Qué tipo de movimiento es el Indie? Me he pasado la vida escuchando este género musical sin saber lo que era. Y seguro que escucho una canción nueva y no la identifico como tal. Tengo un talento musical pésimo.No sé cómo se llaman las canciones, y conozco muchas canciones de las que no sé el autor (y como he dicho antes, mucho menos el género al que pertenecen). Soy una ignorante total.

Como eso, en todos los campos me pasa lo mismo. Podría decir que no sé de modelos de coches (desde que soy consciente de mi ignorancia, empecé a observarlos y reconozco algunos modelos, pero no la mayoría). Tampoco sé de películas, ni de filósofos, ni de religiones, etc.

Supongo que lo que me falta es motivación. O quizás organizar un poco el caos mental que tengo en mi cabeza, que hace que tenga todos estos conocimientos, pero no sepa encontrarlos.Creo que es todo esto lo que hace que pierda energía y no encuentre mi información. Todo esto hace que sea una ignorante total.

Es posible, que ahora que lo reconozco y soy consciente, luche contra mi caos, y por consiguiente, contra mi ignorancia. O igual ignore mi ignorancia (no he podido evitar el juego de palabras) y siga como hasta ahora. Ya te lo diré dentro de un tiempo. Mientras, seguiré viviendo en mi ignorancia.





viernes, 16 de octubre de 2009

Tu sonrisa


Cada día me haces un regalo: tu sonrisa. Así, desinteresadamente. Porque sin tu sonrisa yo no soy nadie. Sin tus alegrías, yo no soy nadie. Haces que me sienta bien dentro de mi vida miserable. Porque después de verte sonreír, ya mi vida cambia totalmente.

Tu sonrisa es la que me hace despertar cada día. Porque si hay una razón que me ayuda a vivir es saber que en algún momento te encontraré y tú me reglarás tu sonrisa. Y me contagiarás de tu alegría, de tus ganas de vivir. Entonces harás que yo intente superarme, que intente hacer que tú seas feliz. Porque sé que sabes que me gusta verte, que me gusta oírte, que me gusta tocarte, y que me toques.

Pero todo esto no sirve de nada si no va acompañado de tu sonrisa. Así que... ¡sonríe! Pero sólo sonríe si te sientes bien, si estás bien. Porque una sonrisa falsa es mucho peor que una cara seria o triste. Una sonrisa cuando estás triste, se convierte en una expresión infeliz. Una sonrisa cuando piensas en alguna malicia, se convierte en más maldad todavía.

Hoy necesito verte sonreír, pero sólo si tú quieres sonreír. Sólo en ese momento justo. Si no, no me vale.

martes, 29 de septiembre de 2009

Viaje interior

Esta vez, mi alma viajará por el mundo, y tú intentarás buscarme, seguir mis huellas marcadas en la arena. Pero yo me esconderé y no me encontrarás. Porque hoy necesito que no me encuentres. Porque hoy necesito que estés lejos de mi, para que seas feliz, para que yo sea feliz. Por eso mismo hoy desaparezco. Mientras tanto, el viento borrará mis huellas detrás de mi.


Cuando esté preparada volveré sobre mis pasos y te buscaré. Te encontraré, porque sabré dónde estás. Entonces sabré qué es lo que quiero yo de ti. Qué es lo que espero que me digas. Qué es lo que me necesito que me des. Qué es lo que quiero recibir. Y justo en ese momento, cuando te encuentre, sabré a quién van dirigidas estas palabras. Sabré quién eres tú.

Obtendré la respuesta: tú eres yo.


sábado, 19 de septiembre de 2009

Hipótesis del segundo hijo: la torpeza (II)

Voy a explicarte una anécdota que me ocurrió a finales del mes de abril. Es una historia real, y fácilmente demostrable. Es una prueba más de mi torpeza, y demuestra una vez más mi teoría de la torpeza.

En el mes de abril, me apunté a hacer un curso relacionado con m profesión. Se hacía un domingo. Fui acompañada de mis amigas. Era una forma de vernos. Este día sabía que conocería a un amigo con el que chateaba de vez en cuando. Por fín nos conoceríamos después de tanto tiempo conversando. No sólo le conocí a él, sino que conocí a otro compañero.

Hacia la mitad del curso, había un descanso para almorzar. Había termos con café, con leche, pastas... Me puse al lado de una chica para prepararne el café. Ella se lo sirvió antes que yo. Mientras esperaba, se colocó a mi derecha el chico que acababa de conocer (bueno, esto es un decir, porque habíamos hablado mucho tiempo en el chat).

Llegó mi turno para preparame el café. Cogí un plato, una taza (más bien eran tazones de 200 ml o así). Entonces, cogí el termo que contenía el café con mi mano derecha (soy diestra). Empiezo a volcarlo para servirme el café. Y no salía el café. Pues lo vuelco un poquito más. Supuse que el café se habría acabado, pero por otro lado, también sabía que nosotros éramos los primeros en servirnos café, por lo que también me extrañaba que la cafetera estuviera vacía. Sigo volvando el termo un poquito más y... ¡chof! de repente se abre la tapa del termo. De golpe, se llena el tazón de café. A continuación el plato, y seguidamente, toda la parte que rodeaba la taza.

En ese momento pasó por mi cabeza una expresión parecida a ¡Madre mía, la que he liado! ¡Tengo a  tal aquí al lado! ¡Ya verás mañana en el chat! ¡Que vergüenza que pasé!

Me dice mi nuevo amigo... "y ahora si le quieres poner leche no te va a caber nada". Era cierto. Aquello era una piscina todo lleno de café.

Cogí una nueva taza y un nuevo plato. Traspasé café de la primera taza a la nueva y acabé de prepararme el café con leche inicial. Y mientras pensaba, qué torpe que soy, le acabo de demostrar mi torpeza a una persona que acabo de conocer.

Al día siguente, conté la aventura al resto de mis compañeros del chat. Menudas risas que nos echamos. Este chico comentó entre bromas que yo le quería tirar el café encima.

Dos semanas después hice un curso en Braga (Portugal) y allí conocería a más amigos chatines. Había algún comentario que decía "cuidado con los 'cafeses'", en previsión de lo que podía pasar. Uno de los chatines con los que fui se ofreció a prepararme el café por las mañanas para evitar que se repitiera el incidente.

Una historia más para sumar.

El maestro y el aprendiz

Cada persona que conozcas te cambiará la vida desde ese momento, y para siempre. Dejará una cicatriz que no se borrará nunca, pero que puede quedar difuminada con el paso del tiempo. Esta huella particular la has dejado tú en mi. Tú, que me has conocido, que me has hecho meditar sobre cosas que ya no recordaba, y, ¿por qué no?, me has hecho aprender cosas nuevas. Porque para eso nos hemos conocido: para aprender de nuevo, para descubrir que hay más mundos aparte del nuestro, que pueden llenar nuestras vidas, o simplemente aderezarla.

Sólo yo sé lo que ha cambiado mi vida al conocerte. Tú me has enseñado que el mundo está lleno de sonidos nuevos, de música, de colores nuevos, que existen cosas que yo no conocía. Nunca olvidaré las alegrías y tristezas que me has contado. Los secretos que he tenido contigo me los guardo para mi. Quiero seguir aprendiendo de ti. Y me gustaría que tú aprendieras algo de mi.

No siempre me enseñarás lo que me gustaría aprender de ti. Porque también necesito aprender de mis frustraciones. Seguro que me darás más de un disgusto, alguna noticia negativa, alguna lección que no me gustaría aprender. No me gustará recibirla, es más, me dará mucha rabia recibir esta lección en ese momento. Pero lo que realmente me importará, aunque no la valore inicialmente, es la moraleja que saque de ella. Porque me pones en sobreaviso de algo más negativo que me podría pasar, que podría poner en peligro mi autoestima, mi fuerza interior, y posiblemente, mi vida. Desde este lado, prefiero que esta lección me la des tú, antes de que me la de un desconocido. Tú me conoces, y sabes qué es lo que necesito, cuáles son mis errores comunes, y necesito que me corrijas: porque confío en ti, y tú me darás la lección de vida que estoy esperando, la que me gustaría aprender.

El amor es una manera de enseñar . Darlo y recibirlo, venga de quien venga. Puedes dar y recibir amor de tus padres, tus hijos, tus hermanos, tu amigos, tu pareja, ... Cuando me enseñaste aquella canción me hiciste crecer interiormente, porque descubrí aquella voz que me enamoró, descubrí aquella letra que me conmocionó, vi aquél video que me emocionó. Además de todo esto, descubrí un grupo que creo que a partir de ese momento formará parte de mi vida. Y tú aprendiste de mi lo que yo sentí en ese momento. ¿Quién es el maestro, y quién el aprendiz?

Aunque parezca incongruente, con el odio también se aprende. Cuando nos sentimos odiados, también estamos en proceso de aprendizaje. Se aprende a luchar, a defender lo que consideramos que es nuestro, a sobrevivir. No nos gusta recibir odio, pero necesitamos que alguien nos odie para conocer en qué punto de nuestra vida estamos, para ver si defendemos nuestra postura o decidimos que estamos equivocados y queremos cambiar de bando. No es malo cambiar de opinión, siempre que no hagamos daño a nadie.


Sigo escribiendo estas palabras para recordarte que estoy loca porque me sigas enseñando cosas. Sabes que sólo seré feliz si aprendo de ti, porque seré mejor persona. Porque necesito tu presencia cerca de mi, Aunque estés tan lejos. Porque sé que tú me enseñarás lo que yo necesito. Porque sé que tú necesitarás saber que me ha gustado lo que he aprendido de ti, porque así seguirás estimulando mi complicada mente. Porque así me llenarás. Porque así te llenaré.

Por eso mismo te digo...

                                        ... no desaparezcas de mi vida.

¿Quién es el maestro y quién el aprendiz?



viernes, 28 de agosto de 2009

Cómo seducir a una mujer y fracasar en el intento

Hoy te explicaré las formas clásicas de seducir a una mujer para que puedas fallar en el intento. Si no fallan, es porque la mujer en cuestión está más pendiente del chico y obvia todo lo que ha dicho.

La forma de acercarse a esa persona, y lo que dice en primer lugar, no lo explicaré, porque podría ser diferente en cada caso. Pongamos un sencillo "Hola, ¿qué tal?". Y voy al tema, que es lo que nos interesa hoy.

A una persona que acabas de conocer, no es necesario hacerle una ficha, que esta persona no te está mandando un curriculum vitae.

¿Estudias o trabajas?

Este tema es muy espinoso. Explicaré varias situaciones.

1. Chica muy joven, como entre 18-25 años.

Si la chica estudia, en teoría no trabaja, y no tiene recursos económicos. Con esta pregunta se puede frustrar a la chica, debido a que sus salidas están limitadas a lo que le den, en teoría, sus padres. Vivirá con sus padres y depende económicamente de ellos. Con lo cual, has hecho méritos para fracasar.

Si la chica trabaja, ¿cómo, no tienes una carrera universitaria? Aunque con dinero, la chica es tonta.

Si no hace nada... ¿será un estorbo para la sociedad? (¿Lo compensan sus tetas?)

2. Chica de más de 25 años.

Si la chica estudia... ¿a tu edad todavía no trabajas?

Si la chica trabaja... bueno, esto es obvio, que trabaje. Pero ¿es necesario saber de qué si la acabas de conocer? Al igual no la ves más en tu vida. Así que si quieres que tu ligue sea un simple sueño, sigue haciéndole preguntas, por si no la has echado todavía.

¿Vienes mucho por aquí?

1. Tú si que vienes mucho por aquí.

Si ella no va mucho por allí, pues igual te dice que no, que igual no viene. Pero si ella va mucho por esa zona, si ella se ha fijado en ti, si tú no te has fijado en ella... Pues sí que vas mal, que no te has fijado en ella. ¡Felicidades, acabas de ganar un punto para fracasar!

2. Tú no vas mucho por allí.

Si ella va mucho por allí, seguro que si vas, algún día coincidís, aunque no os volváis a hablar en la vida (igual ya la has cagado con la primera pregunta). Si ella tampoco va mucho... pues como que no os vais a encontrar más.
 

EXPRESIONES QUE TE AYUDARÁN A FRACASAR

Tengo coche. Muchos decían que tenían coche como un símbolo de poder. Igual como para decir: te puedo llevar donde quieras, incluso al asiento de atrás...

Soy el heredero. ¿Quieres un rollete o un matrimonio de conveniencia?

Me recuerdas a mi madre. ¿Quieres compararme a tu madre? ¿Quieres que te haga lo que te hace ella? Bueno, eso está bien si lo que quieres es un trato maternal. Olvídate entonces del sexo.

Compararla siempre con tu ex. Si comparas a tu nuevo ligue con tu ex, te cogerá manía, y mucho más a tu ex. Que sabes que cada persona es única y especial. Que es normal que la nombres algún día, porque has vivido muchas cosas con ella. Pero no lo hagas siempre.

Criticar a tu ex. Cuando criticas a tu ex delante de la persona que quieres conquistar, ésta pensará que cuando ella sea tu ex, tú también la criticarás. Otro punto más acumulado para que tu velada sea un día más una lucha en solitario.

ACTUACIONES QUE TE AYUDARÁN A NO LIGAR

1. Miente todo lo que puedas, que para ligar está el decir la verdad.

2. Sé todo lo negativo que puedas, cuéntale tus problemas. Tu mala vida. Tu mala reputación.

3. Se un animal, un bestia. Incluso descuida ligeramente tu higiene corporal.

4. Explícale tus malas experiencias con chicas. Así le pones en sobreaviso, se irá sola.

5. Dile que con más de 25 años sigues siendo virgen.

6. Presume de tus conquistas, seguro que ella no querrá ser una más.

7. Dale un tiempo. Le dices que si en un minuto no te besa, la habrás perdido para siempre. A ella le habrán sobrado 59 segundos para perderte para siempre.

8. Si por lo que sea, ella logra darte un beso, tú correspóndela besando mal. O sepárate de ella, sueltas un "puaj, qué asco" y te limpias la boca. No falla.

9. En cuanto veas que la cosa se pone fea, tírate un pedo delante de ella.

10. Gorrea todo lo que puedas. Así, entre otras cosas, además de echarla, te habrás ahorrado unas pelas.


Si haciendo todo esto has ligado... Lo siento, es que estás demasiado bueno (en este caso llámame ;-)).


PD. Creo que con este post he acabado desvariando un poco. Espero no volver a repetir este error. 

sábado, 22 de agosto de 2009

Hipótesis del segundo hijo: la torpeza (I)

Esta semana he estado trabajando en una de mis leyes: la de la torpeza de la segunda combinación genética de nuestros padres, es decir, la del segundo hijo. Es la que se manifiesta con más intensidad. Escribiré más entradas según vaya encontrando o recordando más pruebas de mi teoría. En principio había pensado agregarlas en esta entrada inicial, pero estoy notando que puede dar lugar a un tema más extenso, y quizás mejor será poner las entradas según me acuerde de las anécdotas.

Primera prueba: yo. En mi caso, soy la segunda hija de mis padres. Siempre he sido muy torpe. Hubo un momento que lo relacioné con mi falta de visión estereoscópica (en tres dimensiones), pero a todo uno se acostumbra. No me puedo quejar de algo que no he tenido nunca.

De pequeña, siempre tiraba el vaso de leche del desayuno. No recuerdo si después de tirarlo mi madre me preparaba otro o no, aunque supongo que sí. Había tirado tantas veces el vaso de leche, que ya temía que me regañaran. Por tanto, empecé a disimular y a esconder el fruto de mis trastadas, bueno, no eran trastadas, sino más bien torpeza. Para esconder la leche, ponía los brazos cruzados encima de toda la leche derramada, con lo cual la regañina sería peor después, ya que además de tirar la leche, me manchaba la ropa que llevaba puesta en ese momento.

Hoy todavía tiro de vez en cuando un vaso de agua, o un vaso de leche. No importa el cuidado que tenga, algo suele volcarse: un vaso, una copa, lo que sea. No siempre están llenos, pero el hecho es que siempre vuelco uno.

Segunda prueba: mi sobrino pequeño. Mi sobrino pequeño es el segundo hijo de mi hermano. Es un niño muy alegre, muy movido, muy atrevido y, por supuesto, muy torpe. Él, al igual que yo, tira también el vaso de la leche, ahora que le han quitado el biberón. Todos dicen, en esto ha salido a la tita, refiriéndose a mi. Supongo que estamos a tiempo de solucionar lo de él. Ya veremos cómo será cuando sea mayor. No creo que tenga problemas de visión.

Supongo que todos tenemos el gen de la torpeza instalado en nuestro ADN, pero que si existe una doble combinación dentro de la misma pareja, es decir, el segundo hijo, pues éste manifestará de forma más acusada el gen de la torpeza. Seguro que es un gen recesivo, que sólo se manifiesta si los dos padres lo tienen. Y que la posibilidad de que salga a flote es de un 25%. Si hay 4 hermanos, uno de ellos será muy torpe, y la posibilidad de que sea el segundo mayor es muy alta.

¿Cómo hacer un estudio de esto? Es un poco difícil, porque un patoso no demuestra serlo el 100% de su tiempo. Porque si dices que estás haciendo un estudio para demostrar la torpeza, seguramente estas personas irán con más cuidado de lo normal, para evitar ser torpes. Pero si cada uno de nosotros estudiamos lo que tenemos alrededor, nos daremos cuenta de hasta qué punto se cumple.

Podría ser que los patosos tengamos la mente tan ocupada en otros menesteres que dejamos de lado el mundo exterior para centrarnos en nuestro mundo interno. Y estamos tan ocupados pensando, que no nos damos cuenta de lo que hacemos ni de lo que nos rodea.

Seguramente, las personas con poca destreza, somos los que no reprensentan en teoría ningún problema para el resto de la sociedad, porque piensen que al ser torpe, no conlleva ningú peligro real. Pues a lo mejor la torpeza podría ser una estrategia para pasar desapercibido (aunque inicialmente llamemos la atención), y así podríamos atacar cualquier bando desde dentro. Habría que ver si los dictadores de nuestra historia fueron segundos hijos, y si fueron torpes. Pero esto supongo que será una historia para más adelante. Investigaremos.


domingo, 16 de agosto de 2009

Una página de mi diario personal

Hace tiempo, cuando todavía no existía internet para el gran público (aunque fui una de las primeras personas en tenerlo en casa), me carteaba con una chica que vivía en las Antillas francesas. Durante el tiempo que me estuvimos intercambiando cartas, dejé abandonado mi diario (que poco a poco acabé de abandonarlo del todo) y le contaba mis penas y mis alegrías, las historias que tenía yo con los chicos que me gustaban, etc. La correspondencia era en francés. Todavía guardo esas cartas.

Un día, me dijo que una amiga suya, con la que también se carteaba, quería escribir una canción, que si le podía escribir una poesía, que le gustaba cómo escribía yo, y como se me daba muy bien el francés no tendría problemas. Yo pensaba que sería muy difícil escribir un poema en francés, y lo dejé por imposible. Pero cogí bolígrafo y papel y empecé a escribir sin pensar, sin pararme a leer lo que estaba poniendo. Casi como si fuera una escritura automática empezaron a salir las palabras, que iban componiendo frases y todas juntas iban teniendo un sentido muy especial. Una vez escrita, la traduje al francés y se la envié. Y la transcribí a mi diario personal, para que no se perdiera. Para que la pudiera leer cuando quisiera. Hacía años que no leía mi diario. Pero sabía que existía esa página, como también existen poesías e historietas de adolescente que algún día publicaré.

Hoy me gustaría compartir esta página contigo. Me gustaría liberarla y sacarla de su encierro, para que se meta en tu corazoncito como aquél día se metió en el mío. Como después se metió en el de mi amiga. Como después invadió el corazoncito de la tercera persona que lo leyó y quién sabe si se ha compuesto una canción basada en mi carta. Te la muestro para que entre en ti, de unas cuantas vueltas dentro de ti, te deje una agradable sensación y se vaya tal como ha venido. Sin producirte ningún daño, ningún perjuicio, pero espero que sea buena la sensación que deje en ti, al igual que la dejó en mi en su día.

Desde mi madurez, ya no me conmueve tanto el texto. Pero quién sabe si a ti si...

La carta contenía el siguiente texto:

PENSAMIENTO

¿Cómo se puede olvidar a la persona que has amado tanto tiempo? No hay respuesta. Es imposible olvidarse de alguien así, tan amado por ti, tan cerca pero tan lejos al mismo tiempo. Y la vida continúa, pero esta persona aparece y desaparece inconscientemente, sin querer. Pero tú no estás aquí. Hace mucho tiempo que no te veo, que no oigo tu voz, que no huelo tu aliento. No obstante, todavía recuerto tus gestos, tu sonrisa y, especialmente, tus ojos. ¿Qué fue de aquellos momentos en que estábamos juntos, hablando, riendo, soñando? Se quedó quieto mientras la vida avanzaba para nosotros en direcciones diferentes.

Yo sigo en las nubes, esperando aquel príncipe azul que nunca llegará. Intento enamorarme de alguien, y lo consigo, pero me despierto enseguida, pues en algún lugar de mi corazón estás tú. ¿Por qué no quieres irte? Cuando piensas que has olvidado a una persona, escuchas una canción y de repente estás sumergida en los recuerdos tan bonitos... Es imposible detener aquella lágrima. Déjala caer. Quizás sea la forma más fácil de borrar ese recuerdo. Pero sabes que no será así. Hace tiempo que no pensaba en ti. Hoy te echo de menos. Te quiero. Nunca te olvidaré. Nunca te tuve. Sería mejor así. Te quiero, amor.




viernes, 14 de agosto de 2009

El amuleto de la suerte.

Muchos de vosotros seguro que estaréis pensando en que un amuleto de la suerte es un objeto inanimado, que seguramente podréis llevar con vosotros mismos, y al que le atribuís poderes mágicos. Los ejemplos más típicos, seguramente serían un trébol de 4 hojas, una herradura, etc.

Hoy os voy a hablar de mis amuletos de la suerte. Para mi, mis mejores amuletos son personas que existen de verdad. Aquellas que ves de vez en cuando, y en ese momento te llenan de energía positiva. La mayoría son amigos tuyos. Pero muchas veces no lo son. Simplemente son conocidos que aparecen circunstancialmente en tu vida.

De uno de estos casos os voy a hablar hoy. Se trata de María, una anciana que me hacía sentir muy bien cada vez que me venía a visitar a mi establecimiento cada mes, para que yo la ayudara a aliviar las molestias que tenía en sus ojos. El problema que tenía ella, era que le salían pestañas que crecían hacia la córnea, y le molestaba mucho. Y yo se las arrancaba con una pinza. Esto hacía que se sintiera bien. Depués, y gracias a la confianza que tenía conmigo, se dejó poner una lente de contacto que le cambiaba cada mes, para evitar el roce. Esto le alivió muchísimo para el resto de su vida, me decía que yo era "su ángel".

Pero todavía no he explicado por qué era mi amuleto. El día que peor estaba yo, venía ella con su aire de simpatía y sabiduría. Su presencia me animaba mucho, y a la vez me tranquilizaba. Me alegraba lo que quedaba del día, y el efecto de ese halo que dejaba, lo embriagaba todo y duraba varios días. Días en los que las cosas me iban muy bien. De vez en cuando, y en agradecimiento hacia el trato que yo le daba, me obsequiaba con algún detalle: bombones, colonias, plantas.

La primera planta me la regaló hace 4 años y la dejé en casa de mis padres, donde vivía entonces. Cada día, le decía algo a la planta como si fuera ella: "María, qué guapa que estás hoy", o simplemente "¡Guapa!". Se quedó en casa de mis padres, a la espera de traérmela cuando acabara de traerme todas las cosas. Aunque no dormía con mis padres, iba a comer todos los días con ellos, y siempre veía la planta y la piropeaba, y lo hacía pensando en María.

El año pasado, en Noviembre o así, le expliqué a ella lo de esta planta, que la veía, y que me acordaba mucho de ella, que la piropeaba. Pero que todavía la tenía en casa de mis padres. Entonces, al día siguiente, me regaló una preciosa Alocasia, que por supuesto, llevé a mi casa. Cada mañana, cuando me levantaba, la saludaba, la piropeaba, y le decía que pasara un buen día.

Empezó el nuevo año, y la mujer, que vivía en su propia casa y cuidaba de sus cosas, tanto como de sí misma se empezó a encontrar mal. La salud de la anciana, que ya tenía los 90 años cumplidos, empezó a decaer. Su hijo la sacó de su casa y la llevó a una residencia hospitalaria, donde la cuidarían noche y día. Y entonces, alguna vez iba yo a verla. Me acariciaba las mejillas y decía "mi ángel", mientras yo recordaba el cambio que había dado su salud en el último año.

Con ella, también empezaron a marchitarse mis dos plantas, la que cuidaba yo y la que estaba con mis padres. Mi madre me decía que no sabía qué le pasaba a esta planta., si la había tratado como siempre. No le comenté nada, pero ya lo sabía yo. María se estaba muriendo. Por mucho cuidado que tuviera con las plantas, sabía cuál sería el inevitable final.

Finalmente, mis dos plantas se murieron. Un día su hijo vino a verme, y me dijo que su madre se había muerto. Que no sufrió, al igual que no sufrieron mis plantas. Me quedé sin aliento, además de sin amuleto.

Pero cada vez que desaparece un amuleto, encuentras otro que te ayuda, que te anima. Que te empuja a seguir adelante. Ese amuleto que cuidas, hasta que alguna vez desaparezca. Porque el ciclo debe continuar. De igual manera que muchas personas son tu amuleto, porque nada más que aparecen llenan de alegrías ese hueco vacío en tu vida; de la misma manera, quién sabe quién te considerará su amuleto.


miércoles, 12 de agosto de 2009

Mi primer blog

Hola,

Este es mi primer blog, y por consiguente, mi primer mensaje en el blog. Espero que no sea el último. De momento estoy haciendo pruebas a ver qué puedo sacar de provecho. Me llamo Nuria. Tengo 35 años, y un mundo interior muy intenso, encerrado dentro de mi cuerpo.

Mi intención, en el momento de crear el blog es expresar mi manera de ser. Sacar la timidez que me impide hablar, pero no me impide escribir acerca de mis emociones, de mis sentimientos, de mis pensamientos. Porque las palabras, son mis pensamientos. Pienso en palabras. Quizás por eso me sea más fácil expersarme con escritos que mediante el lenguaje oral. Espero que me entiendas, y que no te ofendas si algún comentario de los que leas te pueda molestar.

Muchas gracias por tu atención.