lunes, 28 de julio de 2014

Meditando



Porque a veces hay que saber qué es lo que uno quiere en la vida. Cada cierto tiempo hay que tomar una decisión. Un cambio de rumbo. Algo que trastocará el futuro preconcebido. Hay que tomar decisiones siempre. Nos guste o no. 

Mi meditación entra en saber qué será de mi futuro personal. ¿Con quién quiero estar? ¿Quiero esta vida estable? ¿Quiero una aventura? ¿Quiero tener un futuro incierto? 

Nunca sabré si la decisión que tome será la correcta o no. Jamás llegaré a saber el daño que pueda ocasionar a las personas que me rodean, ni siquiera el propio. 

Pero tengo que lanzarme y dejar de sentir miedo por el qué pasará, o cómo afectará eso a la otra parte. Porque podría ser que fuera la mejor decisión para las terceras personas, aunque la tomara yo unilateralmente. 

Hasta que tome la decisión, seguiré meditando. 

Buenas noches. 


miércoles, 9 de julio de 2014

Alma rota

Estoy ahí, con el alma rota y el corazón hecho pedazos. Estoy aquí, aunque sin tu aliento. Estuve. Estoy. ¿Hasta cuándo?

Porque me tienes desconcertada. Porque no sé si me quieres, o me ignoras, o todo lo contrario. Cuando pienso que pasas de mi, me llamas cielo. Cuando creo que me echas de menos, me pides que te deje tranquilo. Y así una y otra vez. Un día tras otro. 

Me siento perdida. Me hundo, porque no sé si me quieres, pero sé que me quisiste hasta la saciedad. Me llamabas, me mandabas mensajes, me dabas los buenos días y las buenas noches. Todos los días. Absolutamente todos. 

Y te echo de menos, porque esos días ya no existen. No sé si ya no me quieres, quiero creer que sí, que me sigues amando. Aunque nunca me dijiste que no me amaras. Es cierto que una vez me dijiste que te dejara. ¿Que te dejara tranquilo? ¿Que dejara la relación? Nunca supe a qué te referías. O si eras tú en ese momento el que me dejaba. 

PD. Publico esta entrada que tenía en borradores para intentar liberar mi alma. O matarla, Lo que antes acontezca.