sábado, 14 de marzo de 2015

Adiós, estrellas.

Debería despedirme de vosotros, que os iréis dentro de poco y no aprenderé nada más de vosotros. 

Debería aprovechar estos momentos para recordar todo lo que me enseñasteis. 

Estaría bien tener vuestra fortaleza, vuestra capacidad de lucha. Vuestra sensatez. 

Siempre me sentí orgullosa de vuestra mentalidad abierta y libre. Fuisteis mi ejemplo a seguir. Y toca ponerlos en práctica. 

Y siempre juntos. 75 años casados. Cada vez me duele más saber que la muerte os separará en cualquier momento. 

Os apagaréis, estrellas. Lloraré por vosotros. Pero siempre habrá una sonrisa para recordaros. 

Hasta siempre, abuelitos.