sábado, 28 de mayo de 2022

Evolucionando

 Y llega el día a partir del cual debes de dejar de ser quien eras. Porque ya no eres como hasta entonces. Ya no. Realmente no sabes si eres una décima parte de lo que eras o eras antes esa pequeña parte que ha crecido ahora. Has cambiado. Has conseguido cosas. Te has empoderado. Has hablado con gente nueva de tus sentimientos, de tus movidas y de todo eso que te guardabas para ti. Y te sorprendes. Tan reservada siempre. Pero ahora has mostrado esa parte de ti tan guardada a otra persona. Te has puesto en evidencia. Has mostrado tu vulnerabilidad. Y posiblemente te haya hecho fuerte. Ya no te importó mostrarte débil. Eres así. Porque ya has cambiado. 

Es parte de tu evolución. 

domingo, 8 de mayo de 2022

Borradores

Hoy me dediqué a lanzar esos viejos borradores abandonados. Un sinsentido de palabras que querían llorar. Y sin querer me han llegado a arañar un poquito dentro de mí. 

Fuerza

La mirada al frente, la barbilla alta, el ceño fruncido, los hombros hacia atrás y los pasos firmes. Así demostraba a los demás lo fuerte y dura que era. Y la creyeron. 

Y llegaba a casa. Y empequeñecía ya vez.

Identidad

Aquella era una evolución de sí misma. Desde el pasado hasta el presente. Y tenía que seguir avanzando como lo había hecho ella durante todos estos años. Le costó mucho saber quién era y cuál era su lugar en el mundo. Incluso todavía tenía dudas de si había llegado a las conclusiones. Cada letra, cada signo, cada curva cambiarían su identidad. En esa evolución que no cesa. Esa vida que no tiene nada más que hacer que evolucionar con cada palabra nueva. Con cada persona nueva. Porque cambió. Porque ella decidió que con cada persona nueva sería ella misma, con sus verdades, sus miedos y sus pequeñas cabronadas. Porque los viejos secretos son para las viejas personas. Ella decidió abrir su corazón a otras almas. Porque se cansó de llorar sola. Porque se dio cuenta de lo que necesitaba llorar. Eso era parte de su identidad. 

La vida al revés

La vida al revés. O al derecho. O girando unos grados. Igual si cambiamos un poco la forma de verla nos gustará más. Puede que veamos la mejor forma de afrontar los problemas. Posiblemente es una hoja de papel. A un lado las cosas buenas, por la otra cara las malas experiencias y los problemas. 

Podríamos doblar la hoja de tal forma que quedaran dentro las cosas que no queremos mostrar. ¿Pero qué esconderíamos? ¿Lo bueno? ¿Lo malo? Si dejamos dentro lo que nos amarga la vida, no lo podremos sacar, y mucho menos solucionar. Entonces en este sentido sólo mostramos las cosas buenas de la vida. En mi opinión no nos hace humanos mostrar sólo el mundo rosa, sin llorar, sin quejarnos, sin penas ¿Será lo que buscamos? 

¿Y si hacemos pliegues? Mostraremos partes de todo. Igual seremos nosotros mismos. 

Amordazada

La libertad de expresión desaparece cuando sientes que no puedes decir nada. Así la mordaza está tras cada chitón. Tras cada desplante. Con cada palabra a medio salir.

Pero grita ya, me digo constantemente. Pero no. La mordaza es más fuerte. 

El círculo.

Y se vuelve a repetir, y tengo más miedo que nunca. Más amor que nunca. Más preguntas que nunca. Porque ya he pasado por esto otras veces.

Fase de amor, de ilusión, de crearme un futuro lleno de optimismo. ¿Me llamarás? 

Fase de miedos. Fase de soledad en silencio. De cobardía enmascarada. De dudas imaginarias. ¿Me sigo inventando historias? 

Y fase de no hacer nada, de dejarme llevar. Que siga todo igual. Porque soy una medusa que viaja al son de las corrientes. ¿Me llevarás a otro lado?

No le busques razones. A veces ni las encuentro. El círculo está allí. Volveremos a vernos.