miércoles, 26 de agosto de 2015

Imaginando



Llevo unos días imaginando historias contigo. La que más fuerza tiene es una en la que nos vemos cara a cara. Y quiero explicarte cosas. 

Y empiezo diciéndote: "Te voy a contar una cosa pero ya nunca más voy a sacarte el tema, ni aunque cambie de opinión. Pero quiero que me escuches, y quiero ver el brillo de tus ojos, y tu reacción. Y quiero saber cómo reacciono yo cuando te tengo frente a mí " Y te hablo de mis sentimientos hacia ti, del daño que me hiciste y de todo el tiempo que lloré por ti. Y te cojo las manos, notando si tiemblan o no, o si me devuelves la cogida. Y sigo hablando. Y te digo que soy consciente de que me espera una vida sola, que nadie querrá acompañarme porque nadie querrá estar con una mujer con un niño pequeño (la analogía era que nadie quiere estar con una mujer con mochila a cuestas). Pero que tampoco nadie se interpondrá entre la relación entre mi hijo y yo, que lo defenderé a muerte. Además no podría estar con nadie mientras estés en mi mente (o en mi corazón, que no paras de moverte). Por eso me espera una vida sola. Ya lo tengo asumido. 

Y espero tu reacción. Intentas calcular tus palabras para no hacerme daño. A lo mejor tu reacción tardará días. A saber. El caso es que yo me iré y nunca más te sacaré el tema. 

Jamás. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te apetece comentar algo, adelante. Eres libre.