miércoles, 12 de marzo de 2014

Las caricias del alma




Hace un poco de viento, es sutil, pero es variable. Cambia constantemente de dirección y de intensidad. He pensado por un momento que era tu alma la que me acariciaba constantemente y me decía que estabas aquí, conmigo. Que te apetecía jugar y que notara tu presencia. Que me tocabas para animarme todo el día. Sí. Sé que eres tú, porque me he acordado de ti nada más sentirlo. 

Te has enredado en mi pelo y lo has movido como se te ha antojado. Porque hoy estás juguetón. Porque hoy estás bien. Y eso lo noto. Y como una caricia te has paseado por mi cuerpo. Por un momento has pensado en mi. Me has hecho sonreír. Porque te noto libre, haces y deshaces a tu antojo. No quiero equivocarme. Sé que eres feliz y has venido a contármelo aunque no puedas hablar. Tu alma me lo cuenta.

Cuando no estés bien me mandarás una nube gris, o un viento huracanado, o unas gotas de lluvia. Eso es así. Tú sabes cómo explicarme cómo te sientes. Tenemos esa conexión especial que hace que nos comuniquemos sin palabras, sólo con miradas. Pero cuando no hay miradas me mandas tu alma. 

Cielo, espero que sigas bien durante mucho tiempo, y que tu alma venga a contarme tus historias desde la distancia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te apetece comentar algo, adelante. Eres libre.